ENSEÑE A SU HIJO A SER HUMILDE…






“Si uno vive mimando a su siervo desde la juventud, este hasta llegará a ser un ingrato en el período posterior de su vida”



El problema:


 Ø     ¿Su hijo muestra aires de superioridad?

 Ø     ¿Espera que todo el mundo lo trate como rey...?



                                    ¿Qué le pasa?

-se pregunta usted

-quiero que se sienta bien consigo mismo, ¡pero no que 

se crea mejor que los demás!

¿Es posible enseñarle a un niño a ser humilde?

LO QUE DEBEN SABER:


En las últimas décadas, se ha fomentado que los padres 

consienten a sus hijos en todo, los llenan de elogios-

aunque no hayan hecho nada para merecerlos-, y se 

retengan de corregirlos y disciplinar los.Se creía que, si 

a los niños se les hacía sentir especiales, crecerían con 

una auto estima sana. Pero ¿cuál ha sido la 

consecuencia?El libro Generation Me (La generación 

yo) explica: “En lugar de niños adaptados y felices, el 

movimiento de la auto estima ha generado un ejército 

de pequeños narcisistas”.Muchos niños criados con 

constantes alabanzas llegan a la vida adulta sin estar 

preparados para las decepciones, las críticas y los 

fracasos.Como se les enseñó a centrarse en sus propios 

deseos, de adultos les cuesta forjar relaciones 

duraderas. Y el resultado es que muchos padecen 

ansiedad y depresión.Los niños desarrollan verdadera 

auto estima cuando consiguen logros auténticos, no 

porque alguien les diga todo el tiempo que son 

especiales. Por eso, necesitan algo más que creer en sí 

mismos: deben aprender ciertas habilidades, ponerlas 

en práctica y pulir las. 

También tienen que interesarse por los demás.

Para todo esto hace falta humildad.

 

LO QUE PUEDEN HACER

Felicitarlos cuando de verdad se lo merezcan.

Si a su hija le va muy bien en un examen, felicite. 

Pero si le va mal, no culpe automáticamente

a su maestro, pues eso no la ayudará a ser humilde.

Más bien, ayúdele a ver en que puede mejorar. 

Es importante felicitar a los hijos cuando han hecho 

algo bien.

Corrijamos cuando sea necesario:

Esto no quiere decir que debe criticar a su hijo cada 

vez que se equivoque.

Los errores graves, sin embargo, deben corregirse. 

Sucede algo parecido con las malas actitudes; si no se 

hace nada al respecto, se arraigarán más.

Por ejemplo, si su hijo tuviera tendencia a presumir y 

nadie lo corrigiera, podría acabar siendo una persona 

orgullosa y sin amigos.

Explique que alardear no se ve bien y que podría  

hacerlo pasar vergüenza.

También dígale que quien tiene opinión equilibrada de 

sí mismo no necesita andar contándoles sus logros a 

los demás. Recibir este tipo de corrección amorosa le 

enseñará a su hijo a ser humilde sin que se sienta 

humillado.

            

       Prepare a su hijo para la vida real:



Cuando a un niño se le conceden todos los deseos, 

quizás llegue a creer que tiene derecho a todo. Así que, 

si le pide algo que usted no puede pagar, explique 

porqué es necesario ajustarse a un presupuesto. 

O, si deben cancelar un paseo o unas vacaciones, 

podría decirle que las desilusiones son parte de la vida 

contarle qué le ayuda a usted a superarlas. En vez de 

proteger a sus hijos de todos los problemas, prepararlos 

para los desafíos que tendrán que afrontar de adultos.


         Enseñe a su hijo a ser generoso:



Muestre que “hay más felicidad en dar, que en recibir”.

Una manera de hacerlo es preparar ando juntos una 

lista de personas que necesiten ayuda con las compras, 

el transporte o alguna reparación. Y, entonces, que su 

hijo lo acompañe cuando las ayude para que él vea 

cuánto disfruta usted de hacer cosas por otros. Así le 

enseñará a ser humilde de la mejor manera posible: 

"DÁNDOLE EL EJEMPLO."





                                                   

                                                                                                                  Fuente: ¡DESPERTAD!






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